Las rosas son las flores más conocidas, ya que son muy llamativas y hermosas. Al injertar rosales consigues flores muy interesantes, con diferentes colores y tamaños y una resistencia mucho mayor. Ergo, una rosa muy especial para ti o tus seres queridos.
De hecho, algunas especies de rosas sólo pueden cultivarse si son injertadas, como La Carlota o el Príncipe Negro. Si quieres saber cómo injertar rosales y cuál es la mejor época del año para hacerlo, ¡sigue leyendo!
¿Qué tener en cuenta antes de injertar rosales?
Antes de injertar rosas, debes saber qué necesitas para realizar este proceso con éxito:
Uno o varios vástagos, es decir, un brote joven de la planta a injertar.
Una o varias plantas que sirvan como patrón o portainjerto.
Cuchillo para plantas, desinfectado y bien afilado.
Cinta adhesiva para injertos.
Alcohol isopropílico para esterilizar las herramientas para hacer el injerto.
¿Cuál es la mejor época para injertar rosales?
Antes de injertar el rosal debes saber cuál es la mejor época para ello, ya que esto será determinante a la hora de experimentar el éxito o el fracaso durante el injerto.
La época más recomendable es el verano, ya que es cuando la savia recorre toda la planta con mucho vigor, aunque también puedes hacerlo en el momento en el que observes que las rosas están creciendo rápidamente y se vean frescas y radiantes.
¿Cómo injertar rosales?
Para injertar rosales, lo primero que tienes que hacer es seleccionar y cortar el vástago siguiendo estos pasos:
1.- Selecciona el vástago, es decir, el brote joven que injertarás en el patrón. El vástago debe haber florecido recientemente y tener hojas sanas. De hecho, lo más recomendable es utilizar aquellos vástagos que han dejado de florecer, pero cuya flor haya sido muy hermosa y llamativa.
2.- Es aconsejable no regar la planta que contiene el vástago durante las horas previas a su corte y realizar el mismo cuando la luz del sol sea tenue, es decir, en las primeras horas de la mañana o al final de la tarde.
3.- Desinfecta la tijera de podar con el alcohol isopropílico antes de realizar el corte.
4.- Corta el vástago al ras del tallo principal con las tijeras. Busca dónde sale el brote de la hoja en el tallo y retira las hijas y los picos que se encuentren alrededor del mismo. Corta cerca de la yema o brote con un corte limpio e introduce el vástago en una taza con agua fresca inmediatamente.
5.- Ten en cuenta que el vástago deberás ser de 2,5 centímetros de largo aproximadamente y tendrás que cortarlo hasta penetrar la corteza verde y húmeda; es decir, hasta penetrar el cámbium.
Una vez has seleccionado y cortado el vástago, es hora de coger el patrón o portainjerto. Debes elegir aquellas plantas más saludables y que se hayan adaptado mejor al entorno y sustrato, además de ser una planta bien regada y alimentada.
Ten en cuenta que las rosas necesitan mucha agua para desarrollarse, por lo que deberás proveer al patrón de suficiente hidratación los días previos antes de proceder a injertar las rosas.
Cuando tengas el patrón, sigue estos pasos para injertar rosales. Utilizarás la técnica del injerto en T:
Desinfecta las herramientas a utilizar con el alcohol isopropílico. Esteriliza el cuchillo y déjalo secar bien antes de proceder.
Poda la planta portainjerto retirando las hojas por completo, así como las flores y tallos muertos y los brotes nuevos y espinas de la sección central del tallo. Para reducir el daño, te recomendamos podar con un ángulo de 45 grados.
Utiliza el cuchillo para realizar un corte en forma de T en la parte central del tallo que ya hayas limpiado y podado previamente. Este corte deberá ser de 2,5 centímetros aproximadamente.
Al hacer el corte en forma de T, ten cuidado de no penetrar en la parte húmeda y de color claro del tallo. Haz el corte entre dos yemas o nudos centrales que se encuentren en dicho tallo.
Llega el momento de insertar el vástago en el portainjerto. Asegúrate de ponerlo con la dirección del crecimiento hacia arriba.
Inserta el vástago hasta llegar a la base del corte en forma de T, permitiendo que las partes húmedas y verdes de ambos tallos entren en contacto y que el brote del vástago quede expuesto.
Asegura el injerto con cinta adhesiva para injertos, dejando el brote del vástago expuesto.
Una vez realizado en injerto, deberás regarlo frecuentemente y de forma abundante, procurando mantener la tierra húmeda todo el tiempo durante las dos primeras semanas. También te recomendamos cortar los brotes iniciales del vástago hasta que la planta se haya estabilizado, es decir, alrededor de los dos o cuatro primeros brotes para favorecer el afianzamiento del injerto.
Deja que la cinta adhesiva se desprenda por sí sola cuando el injerto crezca. Procura proveerle de sustratos ricos en humos y materias compostadas. Y no olvides que las rosas necesitan mucho espacio, aire y sol para desarrollarse con éxito. Cuado el injerto se haya desarrollado con éxito, observarás rosas muy diversas y preciosas en tu jardín.
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Manual de Poda
